Estas últimas semanas he estado pensando en las despedidas. Aquellas que a veces suceden sin llegar a decirte nada, simplemente, se deja de saber de alguien. Tienes razón, las despedidas unilaterales dejan mal sabor de boca. Yo he aprendido a aceptar que el silencio también quiere decir "adiós, te cruzaste en mi camino, pero no quiero que formes parte de mi vida, lo siento". A veces sobran las palabras. Y prefiero vivirlo con naturalidad y tranquilidad que preocuparme en exceso. Al final, los momentos de preocupación o sufrimiento no te los devuelve nadie.
Sí, tienes razón en todo lo que dices, el silencio muchas veces implica un adiós, pero también implica cobardía (al menos bajo mi punto de vista). Lo que está claro es que la preocupación y sufrimiento no te llevan a ningún lado, y nada ni nadie te devuelve esos momentos.
Dicho esto, te doy mi opinión, a mí no me gusta que pongan palabras en mi boca que yo no he dicho y quizás ni siquiera he llegado a pensar, cuando tengo que decir "adiós, ya no le aportas nada a mi vida, pasó nuestro momento" lo digo y sobretodo porque yo pongo el cuándo, de otro modo podrían pasar días, meses e incluso años hasta que la otra persona entendiera dicho silencio.
Me gusta mucho que te pases por aquí Jordi y más aún tus comentarios. Gracias!!
Pienso lo mismo, el silencio tiene mucho de cobardía, aunque no podemos exigir al otr@ que sea valiente, aunque para nosotros sea importante dejar las cosas claras, sobretodo si hay sentimientos y emociones implicadas.
Un silencio se puede interpretar de tantas maneras como motivos podamos imaginar. Y eso casi siempre lleva a equívocos. Pienso que es mejor acabar las cosas cuando tienen que acabar, ponerles fin, y no dejar que el silencio lo haga por nosotros.
Reconozco que me sigo molestando el silencio de ciertas personas, no hablo de relaciones de pareja (no tengo), que parece que se acercan a mi, por un cierto interés, y de golpe, como si nunca te hubiesen conocido. Me ha pasado hace una semana y ya estoy cansado.
A mi me gusta lo que escribes y también que intercambiemos comentarios.
Estas últimas semanas he estado pensando en las despedidas. Aquellas que a veces suceden sin llegar a decirte nada, simplemente, se deja de saber de alguien.
ResponderEliminarTienes razón, las despedidas unilaterales dejan mal sabor de boca.
Yo he aprendido a aceptar que el silencio también quiere decir "adiós, te cruzaste en mi camino, pero no quiero que formes parte de mi vida, lo siento".
A veces sobran las palabras. Y prefiero vivirlo con naturalidad y tranquilidad que preocuparme en exceso. Al final, los momentos de preocupación o sufrimiento no te los devuelve nadie.
Un abrazo,
Jordi
Sí, tienes razón en todo lo que dices, el silencio muchas veces implica un adiós, pero también implica cobardía (al menos bajo mi punto de vista). Lo que está claro es que la preocupación y sufrimiento no te llevan a ningún lado, y nada ni nadie te devuelve esos momentos.
ResponderEliminarDicho esto, te doy mi opinión, a mí no me gusta que pongan palabras en mi boca que yo no he dicho y quizás ni siquiera he llegado a pensar, cuando tengo que decir "adiós, ya no le aportas nada a mi vida, pasó nuestro momento" lo digo y sobretodo porque yo pongo el cuándo, de otro modo podrían pasar días, meses e incluso años hasta que la otra persona entendiera dicho silencio.
Me gusta mucho que te pases por aquí Jordi y más aún tus comentarios. Gracias!!
Pienso lo mismo, el silencio tiene mucho de cobardía, aunque no podemos exigir al otr@ que sea valiente, aunque para nosotros sea importante dejar las cosas claras, sobretodo si hay sentimientos y emociones implicadas.
ResponderEliminarUn silencio se puede interpretar de tantas maneras como motivos podamos imaginar. Y eso casi siempre lleva a equívocos.
Pienso que es mejor acabar las cosas cuando tienen que acabar, ponerles fin, y no dejar que el silencio lo haga por nosotros.
Reconozco que me sigo molestando el silencio de ciertas personas, no hablo de relaciones de pareja (no tengo), que parece que se acercan a mi, por un cierto interés, y de golpe, como si nunca te hubiesen conocido. Me ha pasado hace una semana y ya estoy cansado.
A mi me gusta lo que escribes y también que intercambiemos comentarios.
Jordi