Ella paseaba siempre en globo, y coleccionaba nubes.
Él sin embargo, disparaba a los extraños y regentaba un
burdel abandonado.
Los dos habían dado la vuelta al mundo, pero en
direcciones opuestas,
y cuando sus espaldas se encontraron, supieron que el
viaje había terminado.Hablaban un extraño y antiguo idioma que nadie había oído jamás,
es posible que ni siquiera ellos.
Pero cuando se miraban a los ojos,
las palabras convertidas en pequeños y malignos duendes
les susurraban al oído su propio significado.
Y entonces reían y reían y reían, nadie era capaz de pararlos
ni los trenes de mercancías, ni los semáforos en verde,
ni los gritos de auxilio de las mujeres embarazadas,
ni los abogados en paro ni siquiera los esposos celosos.
Reían y reían y reían
Ella…habló de tristeza, él lo entendió…todo
Ella bajó la mirada, él borró sus huellas.
Se escondieron, pasaron hambre, temblaron de miedo al oír
la tormenta
acercarse más rápido de lo previsto y supieron que el fin del mundo llegaría mañana
Entonces…él le cogió una mano, la miró a los ojos y le dijo:
Gracias, adiós!
He descubierto a Coque Malla hace poquito, siempre ha sido un músico que me ha gustado, sobretodo porque me ha parecido muy particular y muy especial en la música y eso a mí siempre me atrae, pero nunca lo había escuchado a pecho descubierto, como ahora, y bueno esta canción me ha atrapado, enganchado, cogido, anudado, embriagado, total que no hay forma de que me suelte...y en su versión extendida con una voz que recita el texto que he copiado en la entrada.
Si dejamos pasar los trenes especiales...con que nos quedamos al final?
Eso sí tengamos claro algo que nunca nos han enseñado y es que los trenes especiales, si lo son de verdad, a veces, vuelven, y si no vuelven lo que es seguro es que tienen varias estaciones, la cuestión es estar atento y querer, sobretodo querer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario