"Es hora de hablar
de la quimera de otra vida
de lo que no supumos expresar
del trapecio que ante la nada oscila
de tragedias y triunfos...que duran un segundo
de alterar el distino y de la fábrica de hielo del olvido.
Es hora de hablar
de las cosas rotas que no puedo arreglar
de que este humor no tiene que ver contigo
que hace tiempo que nada acabar consigo
que la fama es el opio del triunfador
que más vale suerte que talento
y me basta este momento como una revelación.
Es hora de hablar
de las voces de los hombres y su engaño
de la verdad como forma de violencia
del dolor y de la inocencia
del infinito entre tus brazos
y de los límites de cuerpo
y el regateo de mi ficción...pura ficción.
Es hora de hablar
de la culpa y la madre del castigo
de hacerse viejo entre tus enemigos
del lento proceso del derrumbre
Y QUE NUNCA HABLAMOS DE LO QUE HAY QUE HABLAR
y de secuencias y presagios que se cumplen
y que quiero hacer muchas cosas por tí...las más posibles!!"
Es una de las canciones de Las Consecuencias de Bunbury (poco a poco las iré poniendo todas) que no me llamó la atención de primeras pero es tan aplicable a la realidad... porque por desgracia esto es lo que nos suele faltar HABLAR, PERO HABLAR DE VERDAD, no mantener una conversación por hablar.
A mí personalmente no me molestan los silencios al contrario, lo que me molestan son ese tipo de palabras que al fin y al cabo ni dicen nada ni te aportan nada. Así que ES HORA DE HABLAR..., que como dijo el gran Benedetti: QUE NEGAR PALABRAS IMPLICA ABRIR DISTANCIAS